…siguiendo con el rescate a la lírica universal, pero iniciando el mes en que se recordará la caída de la ciudad de México Tenochtitlan a manos de Hernán Cortés, agosto de 1521, quisiera volver los ojos a algunos de los más celebrados poetas del mundo náhuatl…
No fue, dice Torquemada en su historia, nuestro tezcocano Nezahualpilli de los que
Pudieron quejarse de la naturaleza en haber sido con él escasa, en darle mucha y
Muy buena razón en gallardía en entendimiento, con el cual supo regirse todos los
Años que reinó. Y con él se hizo Señor, no sólo de los corazones de sus vasallos,
Sino también de todos los reyes y señores que lo trataban y gozaban de sus
Sentencias y doctrina..
Abundante es la información que se conserva acerca de Nezahualpilli. Entre los gobernantes de Tezcoco, la metrópoli que en siglo XV vio renacer la antigua cultura, sólo Nezahualcóyotl, su padre, alcanzó mayor gloria y renombre. Como acerca de otros personajes famosos, se recuerda de Nezahualpilli, se recuerdan de él además de hechos ciertos, innumerables anécdotas que, si tienen aires de mito, dejan entrever al menos la imagen que acerca del sabio señor llegó a forjarse su pueblo. Tanto el nacimiento como la muerte del sabio poeta fueron tema de leyendas. Breve relativamente su vida, pero no su actuación como señor de Tezcoco:
…gobernó cuarenta y cuatro años -nos dice Ixtlixóchitl- al cabo de ellos murió de pena por ciertas pesadumbres que tuvo. Y así, muchos naturales que no hallaron en sus honras y entierro, lo tuvieron por vivo y que se había encantado en cierta cueva. Y aun hasta hoy, algunos viejos de poco entendimiento tienen esta opinión……
Demósle entonces la voz al gran poeta…
CANTO DE NEZAHUALPILL (Así vino a perecer Huexotzinco)
Estoy embriagado,
Está embriagado mi corazón:
Se yergue la aurora,
Ya canta el ave zacuán
Sobre el vallado de escudos,
Sobre el vallado de dardos.
Alégrate , tú, Tlacahuepan,
Tú, nuestro vecino, cabeza rapada,
Como cuexteca de cabeza rapada.
Embriagado con licor de aguas floridas,
Allá en la orilla del agua de los pájaros,
Cabeza rapada.
Los jades y las plumas de quetzal
Con piedras han sido destruídos,
Mis grandes señores,
Los embriagados por la muerte,
Allá en las sementeras acuáticas,
En la orilla del agua,
Los mexicanos en la región de los magueyes.
El águila grita,
El jaguar da gemidos,
Oh tú, mi príncipe, Macuimalinalli,
Allí, en la región del humo,
En la tierra del color rojo
Rectamente los mexicanos
Hacen la guerra.
Ya estoy embriagado, yo cuexteca,
Yo de florida cabellera rapada,
Una y otra vez bebo el licor floreciente.
Que se distribuya el florido néctar precioso,
Oh hijo mío
Tú, hombre joven y fuerte,
Yo palidezco.
Por donde se extienden las aguas divinas,
Allí están enardecidos,
Embriagados los mexicanos
Con el florido licor de los dioses.
Al chichimeca yo ahora recuerdo,
Por esto sólo me aflijo.
Por esto yo gimo, yo Nezahualpilli,
Yo ahora lo recuerdo.
Sólo allá está,
Donde abren sus corolas las flores de guerra,
Yo lo recuerdo y por eso ahora lloro.
Con la flor del licor de la guerra
Se ha embriagado mi príncipe,
Amarillo señor nuestro de los cuextecas
Matlaccuiatzin se baña con el licor florido de la guerra.
Juntos se van a donde de algún modo se existe.
Haz ya resonar
La trompeta de los tigres,
El águila está dando gritos
Sobre mi piedra donde se hace el combate,
Por encima de los señores.
Ya se van los ancianos,
Los cuextecas están embriagados
Con el licor florido de los escudos,
Se hace el baile en Atlixco
Haz resonar tu tambor de turquesas,
Maguey embriagado con agua florida,
Tu collar de flores,
Tu penacho de plumas de garza,
Tú el del cuerpo pintado
Ya lo oyen, ya acompañan
Las aves de cabeza florida,
Al joven fuerte,
Al dueño de los escudos de tigre que ha regresado.
Mi corazón está triste,
Soy el joven Nezahualpilli.
Busco a mis capitanes,
Se ha ido el señor,
Quetzal floreciente,
Se ha ido el joven y fuerte guerrero,
El azul del cielo es su casa.
¿Acaso vienenTlatohuetzin y Acapipíyol
A beber el florido licor
Aquí donde lloro?
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